Elsa y yo (Jovana). Día de la entrevista.
La entrevista con Elsa se torno muy linda. Desde el primer momento me recibió con mucho afecto y poniéndome a su disposición sus experiencias con los gatos.
Foto carnet de Elsa.
Al principio platicamos sobre cada uno de sus gatos, no recuerdo todos los nombres pero hubo uno en particular que cautivo mi atención, Wendy. Una hermosa gata, grande y gordita que vive arriba de su televisor. Contó que la encontró en un hoyo del Hospital Rivadavia y dio muchos problemas para darle comida y atención, Wendy muere de miedo en todo momento y ahora sólo vive arriba de la tele. Hay come, va al baño y juega, no deja que ningún gato suba y mucho menos ella bajar.
Wendy
Samuel
Elsa alberga en su casa 18 gatos y un perro: Samuel. Al mismo tiempo se ocupa de los gatos del Hospital Rivadavia junto a dos señoras que la ayudan a alimentarlos.
Además de platicar de gatos y mas gatos lo cual a mi me place mucho, también hablamos sobre los gustos de ella y de su vida.
Fue profesora de Educación Democrática en una escuela secundaria, vivió en Entre Ríos durante un buen par de años, después le propusieron trabajar en Capital junto a Ricardo Balbín un dirigente Radical de la línea nacional. Muy independiente y emprendedora en todo momento.
Contó un episodio que tubo con los militares mientras vivía en Entre Ríos. Un día fueron a su casa para registrarla, habían informado que ella era subversiva y Elsa se les enfrento, discutió e impuso su palabra. Entre risas dijo que encontraron música de Quila Payun, Violeta Parra y Edith Piaf (el gorrión de Paris) también lectura marxista y socialista. Tuvo mucha suerte, porque en esos tiempos no se le podía discutir a los militares ni burlarlos, pero ella alzó su voz y comunico que todo era por razones culturales y por su profesión de profesora de Educación Democrática.
“Tuve mucha suerte, dice Elsa, recordar ese episodio y todo lo que les dije me pone la piel de gallina. Fui muy imprudente”.
A Elsa desde muy joven le gustaron los gatos, siempre tubo. Pero con el pasar del tiempo comenzó a dedicarle más atención y ayuda. Para ella los gatos son indefensos y no tienen como sobrevivir. La gente los rechaza, los estigmatiza con enfermedades o por ermitaños y ella debe ayudarlos. Es muy noble la razón que tiene para su tarea de proteccionista.
Mininos cenando.
Wendy cenando.
Hay un dato muy particular del cual me hablo. Durante todo el tiempo que tiene ayudando a los gatitos de la calle a observado algo interesante, los gatos del Hospital Rivadavia viven a la intemperie y ella les pone cajas de zapatos para que ellos puedan cobijarse para dormir. Lo interesantes de esto es que los gatos en general aman las cajas de zapatos como un objeto de juego y diversión, entran salen la voltean juegan, etc. Pero los gatitos del Hospital no juegan con la caja, la usan como cama o casita. En cambio si ella les da a uno de los 18 gatos que tiene en casa una caja de zapatos, ellos van a jugar y divertirse y eventualmente la van a romper con mordidas y aruñadas. Y todos los gatos que tiene son recogidos de la calle por distintas razones, no fueron gatos domésticos desde el principio. Pero sin embargo ellos ya no tienen la necedad de albergarse en una caja de zapatos y deja de tener ese valor de casa que tiene para los gatitos del Hospital. Y aunque suene tonto los gatos pueden valorar o no las cosas. Como el ser humano, cuando lo tiene todo, no valora lo que tiene pero al no tener nada cuida hasta el último grano de arroz para el día siguiente.
En los gatos pasa igual ellos saben cuando pueden o no pueden hacer algo. Cuando deben cuidar sus cosas porque son las únicas que tienen y cuando no deben cuidar nada porque viven en la comodidad de una casa.
En conclusión mi similitud más fuerte es el temple e independencia que tiene Elsa y a tenido en toda su vida. Tengo otra entrevista pendiente a Nola una señora que tiene una casa solo para gatos, sus gatos. El video de esta entrevista esta en edición.
