“Yo voy a alimentar gatos en las plazas cuando sea vieja”. Así fue la afirmación que formule y sostuve durante mi proyecto creativo. Esta hipótesis, producto de un delirio es solo mía, ¿a quién le importan las viejas locas que alimentan gatos?
Esta fascinación que tengo hacia los felinos, ha crecido con los años y con este proyecto también. La forma de investigación, fue salir a la calle y entrevistar personas amantes de gatos. Mi primera entrevista fue Maria, una voluntaria de la fundación Sarmiento, la segunda fue Natalia, una chica que trabaja en la Bond Streed y tiene su cuerpo cubiertos de gatos). La tercera fue Pilar y Lidia, dos señoras que viven en Belgrano R y en su tiempo libre, alimentan los gatos de Sucre y Zapiola y la cuarta fue Eugenia una ex alumna de la Escuelita de Creativos y también con gatos tatuados. Al final de las entrevistas pude encontrar tres similitudes consistentes. ¿Por qué digo consistente? Porque, entre Natalia y yo (por ejemplo) descubrí muchas cosas similares, desde libros, gustos y actitudes. ¡Pero! El hecho de compartir gustos en literatura, no quiere decir que coincida con los gatos. Por esa razón solo fueron tres coincidencias: a. Salvar gatitos abandonados b. Actitud independiente c. Asco a los insecto
Lo que puedo rescatar sobre esta linda investigación, es: - ¡Sí hay similitudes! Las dos chicas que entreviste (Natalia y Eugenia) me dijeron que es probable que alimenten gatos en las plazas cuando sean mayores. Y para mí, es lindo despertar cosas nuevas en las personas. Con el resultado de la investigación, hice un cuestionario para hacer un censo y decir: quien es amante de los gatos y quien no.
No estoy segura si él test pueda decir, quienes alimentaran gatos en las plazas y quienes no. Pero si puede decir quien tiene más probabilidades.
Para hacer el test más conciso, debo seguir descubriendo cosas.
1. Caminas por la vereda y tropiezas con un gatito abandonado: a. Lo pateas con fuerza b. Lo ignoras y sigues caminando c. Lo llevas a casa para cuidarlo.
2. Descubres a tu novio(a) alimentando los gatos del Botánico: a. Terminas la relación sin dar ninguna explicación. b. Le preguntas, ¿por qué lo hace? c. Le ayudas a alimentarlos
3. Es viernes a la noche y tus amigos te cancelaron la fiesta: a. Llamas a otros (no tan amigos) y sales. b. Te quedas en casa viendo una película. c. Sales de todos modos y te diviertes
4. Tu novio(a) se fue de viaje y no te aviso: a. Lo llamas para reclamarle b. Esperas que regrese de viaje y le reclamas c. No lo llamas y te vas de viaje tu también
5. Estas en una mudanza y encuentras un nido de cucarachas: a. Las aplastas sin piedad b. Buscas un aerosol, mata insectos c. Dejas todo y sales corriendo
6. Estas en la cocina preparando la cena y encuentras una cucaracha en la despensa: a. La matas y sigues cocinando b. La matas y limpias la despensa c. Pides ayuda para que otro la mate
Resultado: 1-6: Eres una persona que no le interesan los gatos. 7-12: Eres una persona que no lastimaría a ningún gato, pero tampoco te interesan. 13-18: Eres una persona que le gustan mucho los gatos.
¡Ya esta! estoy metida hasta el cuello con mi proyecto creativo, me encanta y le dedico todo el tiempo que tengo, casi un 200%. Incluso mis compañeros se ríen de mi devoción por estos “gatos”. Y sí, estoy convencida que alimentaré gatos en las plazas, lo que dudo, es ¿cuándo? puede que suceda antes de ser vieja ó no. Lo decidirá el tiempo.
Entrevisté a Pili y a Lidia (juntas). A Pili la conocía, pero a Lidia, no había tenido el gusto de verla. Las dos son muy agradables y sociables, tuve simpatía desde la primera vez que las vi. Hablamos de todo: gatos, el botánico, gatitos, comida de gatos y más gatos. Me parece que con esta entrevista pude darme cuenta de una cosa muy importante, las personas que gustan de gatos tienden a quererlos por su personalidad. Y claro, a alguien que le gusten los perros por ejemplo, le gustan porque son fieles, cariñosos, amorosos, tiernos, etc. Pero. La gente que prefiere gatos, los escogen porque son: independientes, autoritarios, dominantes y seguros, no necesitan ese cuidado especial de los perros, ellos viven por ellos y solo para ellos. Y es una observación que siempre supe pero nunca había notado.
(Hago un paréntesis con respecto a la “personalidad de los animales” porque no quiero que ningún creyente del “antropomorfismo” me destruya mi proyecto. Sé, que, todavía no esta demostrado esto de la personalidad en los animales, pero hay que reconocer que la conducta verbal (en este caso, de los animales) es muy importante y particular con relación a los gatos. Además, hay estudios de Sam Gosling, un profesor de psicología de la Universidad de Texas, sobre la personalidad de los animales.
Dato importante: La CIA durante la segunda guerra mundial, para contratar gente y probar su confiabilidad, realizó un estudio en mil seiscientas cuarenta dueños de animales, y les pidieron a cada uno que calificara a sus mascotas con adjetivos. Los resultaron fueron: El perro es el más parecido a su dueño, El hurón es el más creativo, El erizo el más enérgico, El gato el más artista, El caballo el mas celoso y El conejo el más complejo.)
Info de Personalidad: http://www.xlsemanal.com/web/articulo.php?id_edicion=1167&id=8257
Mi fascinación hacia los gatos radica mucho en su personalidad independientemente. Me gusten otros animales, he tenido infinidades de animales (perro, pericos, canarios, tortugas, iguanas “Matilda” y peces), pero prefiero a los gatos por su forma de ser. Ellos tienen algo muy particular y una independencia envidiable. Ahora que entiendo esto, me doy cuenta que Natalia, Pili, Lidia y yo, amamos esa cualidad de los gatos. Y nos une, esa independencia que tenemos, Natalia es una chica decidida, que no depende de las opiniones de los demás, dominante en muchos sentidos y no espera ver ¿qué hacen los demás? ella solo se preocupa por lo que haga ella misma. Lidia y Pili son iguales, independientes, dominantes y con caracteres fuertes, pueden tomar un rumbo sin esperar a nadie. Y, mi caso es muy particular, pero ahora no es momento de contar mi historia, solo basta decir que vivo sola desde los veinte y hace un año y medio vine “sola” a probar suerte, después de haber conocido países como: Costa Rica, Estados Unidos, Colombia y algunas islas del Caribe, me decidí por Argentina.
¿Dónde estaré en tres años más?
En conclusión, encontré dos similitudes: recoger gatos abandonados en las calles y esa independencia innata. Creo que todas las similitudes las conozco, pero no puedo darme cuenta de ellas hasta que hable con otras personas. Tengo que encontrar más, porque sé que las hay.
Ahora tengo otra chica, Eugenia (amante de los felinos) como ella misma se dice. Otra chica contemporánea conmigo, Trabaja en una productora y estudia a la vez. Esta semana la entrevisto y veo que descubro. Todavía siento que camino sobre el aire, pero poco a poco voy aterrizando mis ideas y me doy cuenta que no es un delirio insulso como lo creía desde un principio.
Entrevisté a Natalia, amante de los gatos, y encontré varias similitudes conmigo como se ve en el video. Me di cuenta de que las características que me unen a ella no son consistentes como para afirmar que las personas con gustos similares necesariamente van a alimentar gatos en las plazas cuando sean viejas. Por ejemplo, ella fue a la Facultad de Letras y le gusta leer igual que a mí, pero eso no quiere decir que le gusten los gatos. Es por eso que no tengo claro qué similitudes son claves para determinar si mi hipótesis es correcta. Creo que aún me falta entrevistar a otras personas para estar segura que mi método revelará lo que yo pienso. Conocí también a otra chica, Agustina, de mi edad, con quien ya arreglé una cita para entrevistarla y así tener otro parámetro.
Sigo firme con mi hipótesis, sobre las personas que alimentan gatos en las plazas: todas tienen cosas en común conmigo. Aunque si lo planteo de una forma diferente, diría: que hay cualidades ó actitudes sobre este grupo de personas que nos une. Con este proyecto lo que quiero demostrar es que todos podremos saber si en el futuro vamos a alimentar gatos en las plazas. Pero ¿cómo lo demuestro? Todavía no estoy muy segura del ¿cómo? Sin embargo, hablando con la señora Pili, me di cuenta de algo que tenemos en común. Las dos cuando éramos chicas, recogíamos gatos en las calles y los llevábamos a casa, y obvio que nuestros padres nos retaban e impedían conservarlos. Me contó la señora Pili que los mantenía en el patio y poco a poco los metía en su cuarto. Yo en varias ocasiones hice algo similar, llevaba gatos que encontraba y los escondía en mi cuarto y mi vieja, siempre me retaba y castigaba, dándome el mismo sermón de siempre, sobre las enfermedades y la toxoplasmosis. Pero no me di por vencida, fuera de casa los mantenía de forma clandestina y les daba comida.
Hace tres días, cuando fui a tatuarme (continuando mi manga de flores), conocí a Laura, una chica de mi edad (veinticuatro años), durante mi sesión de dos horas y mucho dolor, pude platicar con ella y para mi sorpresa tiene su cuerpo lleno de gatos. Gatos caricaturescos, gatos realistas y gatos en blanco y negro (que lindos tatuajes tiene), es petisa como yo y morocha como yo. Buena química tuvimos. Y, obvio que terminamos hablando de gatos, para mi sorpresa ella también de chica recogía gatos abandonados y noté que es una gran similitud. No todas las personas que les gustan los gatos, los recogen de la calle, es un punto adicional, yo conozco personas que simpatizan con gatos, pero no llegan al extremo de llevárselos de la calle para darle albergue en casa.
Entonces, esto quiere decir algo, es una similitud simbólica que no tienen muchas personas. Me atrevo a decir que la gente que recoge gatos en las calles y se los llevan a casa para cuidarlos, pueden ser en un futuro “individuos que alimentaran gatos en las plazas”.
Quiero filmar a Laura, y preguntarles sobre sus gustos, ver si ella también tiene cosas en comunes conmigo. Y respaldar la hipótesis. ¿Lo puedo hacer? ¿Serviría para el proyecto? ó seria investigación de campo “innecesaria”.
La señora Pili y Lidia las tengo que llamarlas esta semana y coordinar. Aceptaron ser filmadas para mi proyecto.
Creo que estas personas que se dedican al cuidado de los gatos callejeros, deben tener cosas en común conmigo. ¿Pero, por qué llego a esta deducción? Hablando con amigos, me di cuenta que las personas “normales” no les interesa alimentar animales (en este caso gatos abandonados). Y yo en particular tengo la sensación que sí voy a dedicarme a esta tarea (cuando este vieja) desde los veinte años recogía gatos sucios y me los llevaba a casa a pesar de las críticas de mi madre, entonces creo que, estas señoras, deben tener cosas en común conmigo. En realidad no se que tipo de parecidos podremos compartir, a lo mejor: infancias similares, gustos, pasatiempos, profesión ó costumbres.
Y lo reitero, estas personas no son: locas, rechazadas sociales, enfermas ni abandonadas. Son solo señoras que sienten ese deseo de cuidar gatos abandonados. Y lo sé, porque yo también lo hago, he ido a darles comida a los gatos del Botánico, no soy muy disciplinada con la tarea, pero lo he hecho, algunos sábados cuando estoy holgada de tiempo. Y creo que, lo que voy a lograr con mi hipótesis de: “Yo, voy a alimentar gatos en las plazas cuando sea vieja” y encontrar cosas similares entre estas señoras y yo; es hacer una separación entre las personas que nunca han volteado a ver a los sucios gatos y las viejas que si los alimentan y cuidan.
26 de abril
Ya tengo a mi sujeto de investigación seleccionado, la señora Pili, la misma señora con la que hable la primera vez. Pili es una señora que vive en Cramer y Sucre, es casada, jubilada y trabaja en aduana. En esta ocasión hable con más detalle y le pude plantear mi objetivo exacto para este proyecto: buscar parecidos entre ella y yo. Porque yo tengo la certeza que alimentare gatos cuando sea mayor. Ella con una risa inocente me dijo que tenía que crecer más rápido para ayudarla. Me comento que hay otra señora que la ayuda (Lidia) y se turnan los días para ir al lote. Y le pedí una entrevista filmada, para que platiquemos un rato sobre sus gustos, infancia y desde cuando nació esta necesidad de ayudar animales abandonados. Pili me comento que desde hace cuatro años que alimenta a los gatos de Sucre y en su casa tiene tres gatos callejeros que les dio albergue. La entrevista la planeamos para la otra semana, de manera que pudiera estar Pili y Lidia y entrevistar a las dos a la vez. Hablando un rato con Pili compartimos un pasa tiempo similar: cuando éramos chicas, las dos recogíamos gatos callejeros y los llevábamos a casa y obvio cuando llegábamos, nuestros padres nos retaban e impedían conservar los gatos.
Esta semana decidí salir y hablar con gente, fui a la asociación Sarmiento y entreviste a Maria, una señora que dona su tiempo ayudando con la venta de alimentos y accesorios para animales. Como llegue de una manera informal e improvisada, le hice una entrevista rápida, donde me cuenta en breves palabras algunas de las ayudas que hacen como: vacunaciones, castraciones y albergue para animales abandonados (todo en un ámbito general). Me comento sobre la presidenta de la institución y las personas que llegan a pedir ayuda de forma independiente. Después de hablar con Maria, pude ver las distintas maneras que hay para ayudar a los animales abandonados, también me dio el contacto de la señora Adriana que trabaja en el Botánico de manera permanente, alimentando a los gatos. Además conseguí una entrevista con la presidenta de la institución Ida Bancalari, para que me hable mas detalladamente de la Asociación Sarmiento y las distintas actividades que hacen o piensan hacer durante este tiempo.
Pero.
Después de la clase me di cuenta que todo este insulso esfuerzo e intentos de seudo periodismo no sirvieron de nada. Porque mi trabajo no puede ser documental e informativo “solamente”. Tengo que darle un norte, una línea editorial, un propósito definido, algo que me de una razón justificada para hablar sobre las señoras que se dedican a alimentar a los gatos. Pero, yo he notado que muchos compañeros hacen cosas mecánicas como: sacarle fotos a partes del cuerpo, sacar fotos de animales comiendo, hacer camisetas con nombres y poemas dadas. Y estos proyectos no digo que sean malos, pero tampoco les veo la justificación, entonces, ¿yo tengo que hacer algo en cadena, también? Y siguiendo por esta línea pensé, en centrarme en una sola cosa; una persona en particular, una persona que me deje documentar sus días, su dedicación a la hora de alimentar a los gatos, su método y su justificación para hacerlo. Como por ejemplo a la señora Adriana la encargada del Botánico. ¿Y a dónde voy a llegar con esta documentación especial para Adriana? Creo que. Podría darle la oportunidad de demostrar que las señoras que alimentan gatos, no son rechazados de la sociedad, no están locas y no están sin nada que hacer. Ella lo narraría con sus propias palabras, ¿por qué tiene esta necesidad? o dicho de otra maneara ¿por qué invierte su tiempo en gatos? Y conjunto con esto y uniéndome a las cadenas injustificadas de mis compañeros, puede ser interesante que a medida que voy haciendo este “seudo documental” puedo ir reuniendo “objetos simbólicos” ¿qué serian objetos simbólicos? ¿Simbólicos de qué? Objetos cotidianos de uso diario en los lugares donde viven y comen los gatos, como por ejemplo: tierra, hierba, envases viejos, comida seca que puede ser plastificada con plastilina, pelos de gatos y lo más importante objetos significativos que la señora Adriana me quiera donar para esta causa. Cada objeto seria etiquetado con: nombre, lugar donde fue hallado y uso. Documentado con una fotografía y guardado por mí, para hacer un libro de fotografías junto con el video.
En este momento, sigo con dudas, pero tengo el tema decidido “Viejas que alimentan gatos callejeros”, pero ¿por qué solo lo limito a las viejas, acaso no existen hombres que hagan lo mismo? Siendo sincera, creo que no los hay, pero seria interesante conocer, por lo menos a un hombre que se dedique a esta noble tarea. Antes de ir a un lote y hablar con alguna de estas señoras, me hice algunas hipótesis respecto a estas mujeres. Puede que sean algo solitarias, porque les dedican su tiempo “libre” a animales callejeros, en vez de invertirlo en su familia, amigos o trabajo. Otro punto interesante es la convivencia entre los gatos, ellos viven en comunidades o dicho de otra forma “manadas gatunas” y estas mujeres logran pertenecer a estas comunidades de gatos. También creo que las señoras desempeñan esta tarea, por ese sentimiento maternal presente en cada mujer, los gatos llegan a ser su “familia” o dicho de una forma más utópica, sus “hijos”.
En mi calle hay un lote baldío, cerrado con llave y lo único que protege son los gatos con sus seudo casas de madera y cartón viejo. Pude hablar con una de las señoras que se encarga de mantenerlos, curarlos y alimentarlos. Se llama Pili, mi conversación fue bastante informal, pasaba por el lugar y me detuve a platicar un rato, le explique mi proyecto en breves palabras y mi interés de hacer “algo” sobre las personas que se dedican a alimentar y mantener gatos callejeros. Le hable de mi gata Nikita y del episodio donde la extravié por un par de horas, la señora Pili me recordaba a mi y a Nikita “la gatita blanca”. Y por un momento me sorprendí de la buena memoria que tiene Pili, después me interese en sus razones para alimentar a los gatos, y no me supo dar respuesta, solo me dijo que sentía la obligación de hacerlo, para mi sorpresa Pili trabaja, me dijo que es jubilada pero trabaja porque la manutención de los gatos le representa un gasto de seiscientos pesos al mes y todo lo invierte en medicinas, vitaminas, castraciones y comida para los gatos. Como ella no tiene auto, se dedica a llevarlos uno a uno al veterinario para hacerle la castración, así no se multiplican excesivamente, me pareció muy noble esta ultima tarea y cuando le pregunte si recibe alguna contribución en comida ó dinero para los gatitos, su respuesta fue negativa y su frase concluyente fue: a nadie le interesan los gatos de la calle. En ese momento me quede ayudándola con la comida y los envases de agua, mientras jugaba con los gatitos más jóvenes. Y le comente que voy a volver a entrevistarla formalmente, con preguntas mas concretas y dirigidas a un norte más definido. Ahora pienso ¿Qué es lo que podría hacer para contribuir con esta señora ó mejor dicho con este lote de gatos, que es el de más fácil acceso para mi? Cosas que podría hacer:
· ¿Juntar dinero? pero, ¿de qué forma lo junto? · ¿Reunir donaciones para los gatos? ¿En la calle ó en una plaza? · El documental me encantaría hacerlo, independientemente de la actividad que llegue a realizar. · ¿Donar una Web, un blog ó algo en la net, que pueda servir para que las personas interesadas en ayudar, puedan ayudar? · Lograr la ayuda de algún veterinario, que quisiera donar su tiempo y conocimientos en el cuidado de los gatos. --- Acá en Buenos Aires tenemos a la Sociedad Protectora de Animales “Sarmiento”, la mas antigua, fundada en 1902 y trabaja conjunto con la facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Buenos Aires, durante el mes de abril hasta mayo, se va a realizar cien castraciones gratuitas por celebración del “Día del Animal”, la ultima actividad similar se realizo en el 2002 con motivo de los cien años de aniversarios de la institución. Sin embargo me llama la atención que la mayoría de los temas son dedicados a los perros, los gatos están en un segundo plano. En la página hay un tópico que te invita a ayudar de diferentes maneras: adoptar una mascota, donaciones, voluntarios y “publicidad”. La organización Sarmiento te da la oportunidad de publicar cualquier material en su pagina Web, que sea para incentivar y concientizar a los demás sobre el cuidado de los animales. Esta ultima opción me parece muy interesante, porque es una de las formas que yo tendría para contribuir, con mi documental sobre “Las personas que alimentan los gatos en las plazas o lotes baldíos”. También debo ir a la institución para conocer más a fondo, las formas de contribuir y centrándome en los gatos abandonados en plazas. Seria investigación de campo.
Después de la clase del miércoles, mis dudas llegaron al cielo. Cuando comenzó el año y él otro profesor nos dio la tarea de buscar un “proyecto creativo”, junto con un cuestionario. Recordé un episodio de mi infancia e hice la asociación de “animales y electrodomésticos” ó dicho de otra forma “los animales y la tecnología”, me vino a la cabeza hacer una serie de fotos con animales pequeños por ejemplo: gatos, pollitos, pececitos, ratones y algunos insectos como: hormigas ó abejas dentro de electrodomésticos de uso diario como: licuadora, batidora, microondas, nevera, entre otros,(sin prender los aparatos) y complementarlo con un pequeño video de insectos en una licuadoram (encendida). Todo radica en la crueldad hacia los animales pero en realidad no hay crueldad (me gustan los animales, mi gata seria la estrella del proyecto). Es una forma distinta de verlo. Pero ¿por qué se me ocurre algo tan feo, como simular la muerte de animales lindos y pequeños? Soy sincera nuevamente, una vez metí un pollito a la licuadora solo para ver que pasaba. Estuvo mal, pero lo hice de pequeña.
Después de la clase mi idea se fue al piso, no la senti con el impulso que tenia cuando la pensé por primera vez. Y tengo un bloqueo mental.
Tratando de buscar otra salida me hice un par de preguntas obvias y una de esas fue: ¿quiénes son las viejas que alimentan los gatos en las plazas? ¿Es un oficio dedicado a la tercera edad? ¿Los jóvenes lo hacen también? ¿En todas las plazas hay gatos para alimentar? ó ¿En todos los barrios hay lotes baldíos donde viven gatos y viejas que los alimentan? A raíz de este insulso pensamiento, trate de hilar la idea de un documental para estas personas, que por lo general son mayores de sesenta años.
En un tercer intento y con muchas ideas tontas y fallidas, recordé los rostros de personas en mi día cotidiano. Y pensé. Hay modelos anónimos en todos lados, cuando vas en la calle y miras bien, las personas están posando constantemente y sin saberlo. “Todos somos modelos” y si miras con atención, desde el señor que vende los garrapiñados hasta la chica sexy que se sienta en la mesa de alado; posan todo el tiempo y en todo momento. Puede ser que la chica sexy lo haga con intención de ser “más” sexy, pero el señor que pasea al perro ó la vendedora del kiosco lo hacen inconscientemente (les sale natural y eso me gusta). Hacer un “book” de modelaje callejero seria algo interesante.
Sin embargo. No estoy conforme con las idea, creo que necesitan pulirse ó enfocarse de mejor manera. Por esa razón me formule un par de preguntas, no estoy segura donde me llevaran pero me las hice igual.
¿Por qué existe la histeria? ¿Cuál es el fanatismo por Maradona y por el football? ¿Quién puede trabajar en una comiquería? Respuesta inmediata porque lo vi: un tipo de 40 años, soltero, petiso, calvo y con lentes. ¿Cómo seria su vida? ¿Por qué las personas saludan cuando ven una cámara de televisión? ¿Cuántos vegetarianos existen en Argentina? ¿Qué desayunan los chinos?
